Un ducto es un conducto o tubería que se utiliza para transportar fluidos (como agua, aire, gases, petróleo, etc.) de un lugar a otro. Los ductos pueden ser de diferentes tamaños y formas, y se utilizan en una amplia variedad de aplicaciones, desde sistemas de ventilación y aire acondicionado en edificios, hasta oleoductos y gasoductos que transportan combustibles fósiles a través de largas distancias.

Los ductos también se utilizan en procesos industriales para transportar materiales y productos químicos, y en la ingeniería civil para la gestión del agua y el saneamiento. Los ductos pueden ser de materiales como acero, plástico, concreto, cerámica, entre otros.

¿Qué hace un ducto en un sistema de climatización?

En un sistema de climatización, los ductos se utilizan para transportar el aire acondicionado desde la unidad central hasta las diferentes habitaciones o espacios de un edificio. El aire acondicionado se enfría o calienta y luego se distribuye a través de los ductos a los diferentes puntos de suministro, como difusores o rejillas, que se encuentran en las paredes, techos o pisos de las habitaciones.

El diseño y la instalación adecuados de los ductos son esenciales para garantizar que el sistema de climatización funcione de manera eficiente y efectiva. Los ductos deben estar bien aislados para evitar pérdidas de energía y para mantener una temperatura constante del aire acondicionado a medida que se mueve a través del sistema.

Los ductos también deben estar correctamente dimensionados para que el flujo de aire sea suficiente para cada habitación o espacio y para evitar ruidos excesivos. Además, los ductos deben ser limpiados y mantenidos regularmente para garantizar una buena calidad del aire interior y para prevenir la acumulación de polvo, suciedad y otros contaminantes.